lunes, 11 de febrero de 2013

LA GARGOLA SUICIDA

frente al recien contruido templo de san agustin,1745,vivia una rica familia,cuya hermosa hija pasaba tiempo sentada en el marco de una de las ventanasde la casa,admirando todos los dias cada rincon del templo. dirigia una silenciosa oracion que emergia agreciva arriva el portico...
pasado el tiempo decidio dedicado a la contemplacion,cerraba su ventana y continuava con sus tareas. una tarde se encontrava ella sentada denuevo en el marco de la venta,su mirada cohoco con la de un apuesto joven que la mirava desde el portico del templo, y,sin prolongar el momento,anticipo su retiraa y cerro la ventana.
al dia siguiente, abrio de nuevo la ventana para encontrar al joven, pero aunque el le llamaba mucho la atencion, volvio a retirarse.
Asi ocurrio por varios dias.El joven incluso llegava asercarse para dedicarle su amor, pero la joven solamente cubria su rostro con un fino pañuelo de encaje y parecia no importar la incistencia del joven, asi que un dia, se acerco de nuevo a la ventana para anunciarle a su enamorada que no acudiria mas a verle, pero que treparia asta la gargola y, si ella no sacaba y agitava su pañuelo para pedirle que viniese, se lanzaria al vacio, privandoce de la vida por el descuensolo de no obtener el amor de la joven.
Ella cerro su ventana y fue a su habitacion, corrio entonces de nuevo hacia la venta pero aunque busco, no encontro el fino pañuelo.Sintio un repentino temor por su enamorado aya asiendo equilibrio sobre la gargola.Pasava el tiempo y depronto se escucho un horrible crujido.La gragola no avia soportado el peso de muchacho y avia caido junto con el.La henorme pieza de cantera se hizo pedazos al caer quedando cuibiertos por la sangre del hombre en el suelo.
Una multitud de gente rodeo el lugar y se preguntaban por que el joven se abria suicidado.Horrorisada la joven cerro su ventana y corrio asia su habitacion donde se echo a llorar, corroida por el remordimiento.
Esta leyenda fue redactada por mariza y es una version condensada de la leyenda que narra el escritor y abogado Don Jose Guadalupe Ramirez Alvarez y que aparece publicada en su libro leyendas de Queretaro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario